Anatomía, anatomía, más anatomía Clínica

La leyenda del Ciático.

Las veces que sentimos dolor en la espalda (agregue columna, cintura, lo que quiera) solemos culpar al Ciático. Pero… ¿es el responsable? No siempre.

Arranquemos por el contexto:

La columna es un conjunto de vértebras (un tipo de hueso) que se articula o une con la pelvis. Pegados a la columna tenemos 5 plexos. Los plexos son redes de pequeños nervios, que cuando se juntan forman otros nervios más grandes (como el Ciático).

Columna lumbar y pelvis con plexos y músculos de la región. Imagen del Atlas de Anatomía Humana de Netter.

El Nervio Ciático “nace” de entre dos plexos (Lumbar y Sacro, ubicados cada uno respectivamente en esas zonas).  Luego sigue su recorrido por la pelvis y se ramifica hasta llegar el pie.

Nervio Ciático-Osteopatía Lanziano

Nervio Ciático en su origen. Imagen del Atlas de Anatomía Humana de Netter.

¿Y para qué me sirve saber esto?

Ahora podemos entender que hay estructuras que pueden afectar al nervio.

Estos plexos y el mismo Nervio Ciático, en sus recorridos, están en contacto con múltiples estructuras del cuerpo: la columna, la pelvis, músculos, ligamentos, órganos, etc.

Esto quiere decir que cualquiera de estas estructuras, potencialmente, puede presionar al nervio y/o a los plexos y,por ende, afectar al nervio. Por ejemplo: el músculo piramidal es íntimo amigo del Ciático, lo abraza. A veces, por exceso o falta de actividad física, el piramidal puede acortarse o contracturarse. Cuando eso pasa se inflama y presiona al Ciático.

Una vez que aprendimos esto podemos sacar varias conclusiones:

  • Si estructuras vecinas pueden, potencialmente, comprimir al Nervio Ciático, trabajar esas mismas estructuras (ejercicio, elongación, etc) lo pueden liberar.
  • Sentir dolor por el nervio Ciático (ciatalgia) no es cosa de la edad, no lo sufre gente mayor solamente. A cualquiera, independientemente de la edad, nos puede pasar por múltiples motivos. Por ejemplo: tensiones musculares producto de actividad física en exceso o mal realizada, posturas viciosas en el trabajo o durante el estudio, etc.

Ahora….es importante tener claro cuáles son los síntomas del nervio ciático. A veces parece que es el responsable de todos los dolores y no lo es realmente.  

Estos son los síntomas que nos pueden indicar que está comprimido el nervio ciático:

  • Dolor irradiado en el glúteo, parte de atrás del muslo, pierna, pie y, a veces, dedo gordo. Esto suele ocurrir de un solo lado del cuerpo.  
  • En general, el dolor mejora cuando caminamos o estamos acostados y empeora al ponernos de pie o al estar parados.
  • En casos más avanzados (hay casos en los que la compresión tiene larga data), se puede sentir debilidad o adormecimiento en la pierna y/o el pie.

Importante.

Si sentís alguno de estos síntomas: cuidate, prestá atención y consulta a un profesional de salud para que haga un diagnóstico.

Finalmente, nos preguntamos… La Osteopatía, ¿trabaja estas dolencias?

Sí y no. Podemos ayudarte a sentirte mejor y que esas tensiones que están generando dolor se alivien. Sin embargo, recordá que el protagonista acá sos vos. Tu cuidado personal y salud dependen de vos. Recordá también que estos dolores no vienen a molestarte (aunque a veces duelan mucho). El dolor es tu cuerpo expresándose, queriéndote decir algo. Escuchalo y aprovecha de sacar un aprendizaje de esto.