Hace unos meses en la EAO compraron una nueva edición del Netter (atlas de anatomía). Betti y Emi no podían creer cómo me daba cuenta cuáles eran las ilustraciones nuevas de la edición. Pasaba las páginas con el mejor estilo «late, nola, late, nola».
Ese fanatismo viene de lejos.
Mi primer día como estudiante de osteopatía empezó cuando fui a comprar mi Netter. Salí con la misma cara de felicidad que cuando me compré un atlas de las películas de Star Wars tiempo atrás. Me parecía que estaba haciendo algo insólito.
Desde el comienzo de la carrera (o antes) los profes te insisten en que la anatomía, junto con la fisiología y la embriología, son la clave en el estudio de la Osteopatía.
Al principio me lo tomé bastante literal.
En mi cabeza significaba que tenía que memorizar todos los nombres de todos los huesos, articulaciones, ligamentos, músculos, etc. Tal hazaña, vista desde esa perspectiva, me sonaba imposible.
Sin embargo, continué mis estudios y confié en que la ficha iba a caer sola más adelante. Hoy en día la pregunta de por qué es tan importante la anatomía sigue abierta en mí, pero ya obtuve algunas respuestas en el camino…
El mapa no es el territorio.
La anatomía, para el trabajo que hacemos los osteópatas, no sirve de nada si sólo es mera información en la cabeza que utilizamos ocasionalmente. Es una anatomía viva. Pero…¿qué significa eso? ¿En la práctica? ¿En el consultorio?
No creo que haya una sola respuesta.
Por ahora, siento que la anatomía nos da un mapa, un norte, pero los que caminamos somos nosotros y las personas que atendemos.
Es parecido a cuando uno va de vacaciones a un lugar nuevo. Primero mira un mapa del lugar, conoce sus rutas y accesos, averigua sobre las actividades que ofrece, etc. Lo que es seguro, una vez allí, es que las cosas cambian. Y toda esa información con la que uno había llegado queda como guía. Después soy yo quien recorre el lugar y quizás llego a lugares que no había pensado de antemano.
En este marco, se me hace evidente que es muy importante el lugar desde donde se trabaja. Cómo el osteópata encara esa cantidad de información (sumada a la información que trae el paciente y demás conocimientos) y la despliega en un tratamiento vivo.
Acá es donde la empatía se hace presente.
Nos concentramos en la persona y lo que nos está transmitiendo, ya sea a través de la palabra, el cuerpo o lo implícito. Luego la información cae sola y nuestra base de conocimientos nos orienta, nos guía. Pero no camina por nosotros.
El último pero no menos importante de los elementos que veo que participa en esta dinámica, es la creatividad, la imaginación.
La pata de la osteopatía que la hace un arte, además de una ciencia. ¿Qué rol ocupa? Para mí, nos abre la cabeza a lo nuevo, nos dá una mirada limpia. Una hoja en blanco.
Para terminar y volviendo a la pregunta inicial de por qué es importante la anatomía les dejo una pregunta más.
Si vas de viaje a la montaña…¿salís sin mapa?