osteopata

Tag Archives — osteopata

Consejos para el antes y el después de una sesión de Osteopatía

Si ya agendaste una sesión de osteopatía o estás pensando en hacerlo, te dejo una serie de recomendaciones para ir mejor preparado y saber qué esperar al finalizar la sesión.

Antes

Cada osteópata trabaja distinto. Algunos prefieren que el paciente permanezca en ropa interior durante la sesión ya que facilita el contacto con el tejido y le permite ver con mayor claridad las zonas que puedan presentar alguna alteración (zonas comprimidas, desiguales, hinchadas, etc). Otros, priorizamos la comodidad del paciente y observamos/palpamos con la ropa puesta. Ambas opciones son válidas. Lo ideal para el último caso es llevar un short o calza (que no sea demasiado apretada) y una remera suelta. Siempre llevá ropa que te resulte cómoda para que no estés pendiente en la sesión de lo que tenés puesto.

Durante la sesión se va a movilizar todo el cuerpo. Esto incluye, en mayor o en menor medida, a los órganos abdominales (estómago, intestinos, etc). Por lo tanto, te recomiendo que no comas o bebas demasiado líquido por lo menos una o dos horas antes de la sesión.

Consultorio de Osteopatía


Después  

Es normal sentir cansancio después de la sesión de Osteopatía. Bostezar cinco veces en pocos segundos es lo frecuente. Sentirse «en otro mundo» o «como un zombie» (dicho por algunos pacientes míos) es completamente normal. Es un efecto de la relajación y el trabajo físico realizado. Nada muy distinto a lo que uno puede sentir después de correr un rato por el parque o realizar alguna actividad física. Ojo, la sensación no indica si estuvo bien o mal la sesión. Cada persona tiene un metabolismo distinto y reacciona diefrente a los estímulos y el trabajo.

En ambos escenarios, lo mejor que podes hacer después de la sesión, es nada. Llegar a tu casa y descansar. Si no podés dormir, recostate igual, leé un libro o hace algo que te ayude a relajarte. Es importante, después de trabajar con el cuerpo, tener un momento para que todo lo elaborado y movilizado en la sesión se asiente.

Otro punto a tener en cuenta es el ciudado personal. Comé liviano ese día, evitá que el sistema digestivo tenga que gastar demasiada energía en digerir comida ya sea por la abundancia o por la pesadez del alimento (grasas, azúcar, etc). Tomá bastante líquido y preferentemente agua, ya que así limpias mejor tu organismo.

Evitá realizar deporte o actividades exigentes en las siguientes 48hs. El trabajo y los ajustes elaborados durante la sesión seguirán operando unos días después. Dale la posibilidad a ese trabajo de continuar su curso para que los frutos de la sesión se asienten aún más.

Exploración de abdomen-Sesión de Osteopatía

Para la próxima

El feedback del paciente es muy importante para el osteópata. En el tiempo que transcurra entre una sesión y otra permanecé atento a los cambios que puedas sentir en tu cuerpo, en el ánimo, la calidad del sueño, en tu energía, la digestión, etc. Anotá si tenés miedo de olvidarte. Y comunicalos antes de la siguiente sesión.

Espero que te resulte útil la información. Si tenés más dudas con respecto a la sesión de osteopatía o la osteopatía en general, no dudes en consultarme.

Qué es la Osteopatía.

Cada semana tengo una respuesta distinta.

Y no es por confusión o por falta de conocimiento (que en otras áreas me podría pasar). Tiene que ver con que la osteopatía es una disciplina viva y cambiante.

Como una semilla.

Entendemos qué clase de árbol saldrá de ella una vez que pasa un tiempo, crece, y dejamos que las ramas armen su propia obra.

Sólo la entendemos al vivirla, tanto si somos pacientes como si somos el terapeuta.

De todas formas, vamos a usar algunas palabras a modo de acercamiento…

La osteopatía es una medicina, una ciencia, un arte y una filosofía.

Las herramientas de trabajo: las manos.

Nuestro foco está en lo particular y en la totalidad del paciente. Esto quiere decir que tanto en el estudio, como en nuestro consultorio, le prestamos atención al detalle. Sin perder la noción de que el ser humano es un todo y que por ello debe ser tratado como tal,  no como la sumatoria de sus partes.

Nuestra referencia principal es el movimiento. La ausencia de movimiento es un terreno fértil para el desarrollo de dolores, malestares y enfermedades. Cuando el movimiento es libre, en cambio, hay espacio. La sangre irriga y drena (junto con el sistema linfático). La inervación llega a los tejidos.

Cuando el movimiento es libre, hay salud.

Ejemplo: El nervio mediano, por la tensión de los tendones que pasan por la muñeca, se comprime. Esa tensión genera dolor en la mano por la falta de libertad de movimiento del nervio.

¿Qué es la Osteopatía? ¡Qué pregunta!

A modo de síntesis, para seguir ampliando la definición, comparto los principios de la osteopatía dictados por la OMS:

-El ser humano es una entidad funcional dinámica, cuyo estado de salud es influenciado por cuerpo, mente y espíritu.

-El cuerpo posee mecanismos autorreguladores y es naturalmente auto sanador.

-La estructura y la función están interrelacionadas en todos los niveles del cuerpo humano.

Fuente:

OMS (2010). Parámetros para la formación en osteopatía. Puntos de referencia para la formación en medicina tradicional/complementaria y alternativa. Suiza. 

Cómo llevarse bien con la tensión muscular.

¿De dónde viene la tensión muscular? ¿Por qué nos contracturamos tan fácilmente?

Hay más de una respuesta a esta pregunta. Depende del contexto y de la persona.

Sin embargo, podemos explorar algunos puntos generales que pueden ayudar a aclarar el panorama…

En el día a día se puede decir que actúan dos sistemas: el sistema nervioso simpático y el parasimpático.

El primero es el encargado de llevar a cabo nuestros mecanismos de defensa, lucha o huída. Entre otras cosas, dirige la sangre a los músculos y acelera el corazón.

El otro sistema, el parasimpático, es lo opuesto. Se activa en momentos de reposo o de descanso y cuando comemos. La típica fiaquita después de comer es el sistema parasimpático en acción. En este caso la sangre va hacia el sistema digestivo principalmente. Nos da sueño y buscamos el reposo.

Por eso nos dicen, por ejemplo, que no es conveniente meterse a la pileta después de comer. Nuestro cuerpo pone su atención en la digestión, no en los músculos para nadar. Les confieso que nunca le di bolilla, siempre me metí a la pileta después de comer. No digan nada.

Cuando una situación de estrés se presenta (de cualquier tipo) nuestro cuerpo reacciona. Eso puede ser muy útil si, por ejemplo, te persigue un loco con cuchillo.

El problema es cuando esa sensación de amenaza es constante en nuestra cabeza. Ésta no distingue la diferencia entre un pensamiento o sensaciones de peligro, de una situación “real”.

Esto significa que vamos a estar en un estado de alerta constante y ,por lo tanto, tensionados (y con otros posibles trastornos, por ejemplo, digestivos).

El reto ahora, es qué hacer con esta información…

Por lo pronto, saber todo esto, es útil.

Señala la importancia de aprovechar los momentos de descanso. Dormir apagando la cabeza sin desenchufarla de golpe por falta de batería o sobrecarga. Es importante que exista una transición entre un sistema y otro.

Mejor dar lugar a que otro sistema opere cada tanto. Que no domine siempre el sistema de defensa. Nos invita activamente a buscar momentos para nosotros. Comer con tranquilidad, por ejemplo. Sólo comer. Sin usar el celular, sin mirar la tv, sin pensar en millones de cosas que nos preocupan. Sólo comer, aunque sea por unos minutos, destinar energía a esa tarea.

Otro punto importante es entender que en esos momentos de tensión, nuestro cuerpo acude en nuestra ayuda. Nos prepara para enfrentar una amenaza. El tema no es censurar las reacciones del cuerpo si no hacer un cambio en la información le enviamos.

Además de mandar información de estrés y preocupaciones, dar información de descanso y tranquilidad, aunque sea por unos minutos, independientemente de la circunstancia.

Con esto podemos generar una diferencia y disparar futuros cambios.

En la Osteopatía podemos tratar las tensiones musculares desde esta perspectiva, entre otras. Tratamos de identificar, junto al paciente, el origen no siempre visible de su malestar. Puede estar vinculado tanto con la sobreestimulación de su sistema nervioso simpático como con otros motivos.

En una sesión de osteopatía puede presentarse este escenario y es parte de lo que tratamos en el consultorio.

Cómo llevarnos bien con la tensión muscular

Este imagen es de Unsplash

Ma, no quiero ser médica.

-Ma, no quiero ser médica. – comenté a mi mamá cuando tenía 6 años. Salíamos de la guardia del hospital y era mitad de la noche. Mi hermana en ese momento tenía 10 años y había ingresado por una emergencia. Escuchaba sus gritos de dolor desde el pasillo. Yo tenía miedo. Estaba invadida por la preocupación y la angustia. Me sentí muy sola.

Por suerte mi hermana no tenía nada grave y pudimos volver a casa un par de horas después.

Y por qué este recuerdo en relación a la pregunta de si quería ser médica o no.

A veces noto una contradicción en la forma de vincularnos día a día con el dolor (hay muchos tipos de dolores, no hablo de ninguno en particular). Pareciera ser que “normalizamos” al dolor, por ejemplo, tomando ibuprofeno. Como queriendo decir que está bien sentir dolor. Siempre hay una excusa para que aparezca: la edad, el trabajo, el ritmo de la ciudad, el calor, el frío. Otras veces pareciera que le tenemos pánico. No queremos sentir ninguna clase de dolor, por más mínimo o pasajero que sea. Mejor si no nos enteramos, mejor que pase desapercibido.

Y la realidad es que no sabemos cómo vivir con él, cómo interactuar. No digo que haya que ser un mártir o aguantar. Al contrario. Aguantar implica sostener, retener. Evoca quietud, algo sin movimiento. Y para nuestra salud no queremos eso.

Hay que lograr que el dolor se mantenga vivo. No porque queramos que viva para siempre.

Sería interesante preguntarnos si el dolor no estará allí por algo. De ser así, ¿podríamos escuchar lo que tiene para decir? ¿Seríamos capaces de pasar el momento de susto y temor y permanecer allí, sólo escuchando?

Mi perro parece tenerla bastante clara en este tema. Cuando él está cansado, descansa. Si le duele algo lo muestra y sabe buscar ayuda y amor. Siempre se muestra agradecido por los cuidados. Cuando se siente mejor lo expresa y lo aprovecha. Él no se identifica con su dolor. Solo vive con él armoniosamente y hace lo mejor dentro de sus posibilidades. Se cuida, conoce sus nuevos tiempos y circunstancias y no anda caminando por ahí sintiéndose una pobre víctima.

Bueno… pero ¿por qué no quería ser médica?

Hoy me doy cuenta que lo que quería decir con eso era:

– ma, no quiero sentir dolor y no quiero ver a los otros sufrir.

Con mi años de práctica ostepática aprendí que el dolor siempre aparece por algo y que no es malo.

La dolencia comunica.

Nos ayuda.

Cuando nos lastimamos, por ejemplo, nos advierte que necesitamos de cuidado. Cuando sufrimos una pérdida nos puede recordar el amor que tenemos dentro, etc.

Los mensajes serán personales de y para cada uno.

El desafío es escucharlo y no distorsionar el mensaje que nos manda. Dejarlo ahí sin teñirlo de miedos, enojos, prejuicios o ansiedades. Simplemente estar abiertos al aprendizaje, a una forma distinta de vincularnos con el dolor.

Ser medico. Osteopatía Lucía Lanziano.