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Recuperemos nuestra mente.

Después de pagar unas cuentas y transitar una larga fila, vuelvo a casa reflexionando. Me di cuenta que, más allá del fastidio de hacer la fila, había otra parte de mi que había disfrutado de estar ahí. Al rato fue evidente: estaba ahí haciendo una única tarea. Instintivamente había dejado mi celular en casa. Cada vez estoy más consciente de la paz que siento cuando, por un rato, dejo de lado mi celular y la compu.  

Me parece importante aclarar que no estoy en contra del uso de la tecnología. De hecho, uso varias redes sociales. Tengo whatsapp, estoy construyendo una app como emprendimiento personal (tema aparte) y, además, uso este blog como medio de difusión. Veo el valor en la tecnología y, al mismo tiempo, veo las cuestiones que como usuarios tenemos que tener en cuenta. Mi intención es hablarles sobre la salud (mi terreno) y la tecnología y compartir con ustedes algunas propuestas para desarrollar un vínculo más saludable con la tecnología:

La tecnología es una herramienta

Para que nuestro vínculo con la tecnología sea saludable es importante entender que la tecnología es una herramienta. Lo que hagamos con ella o lo que ella sea capaz de hacer depende en gran parte del tipo de uso le demos como usuarios.

La vulnerabilidad de la mente ante los estímulos

Los dispositivos móviles y las aplicaciones están generando sistemas y contenidos especialmente diseñados para mantenernos online lo más posible. Buscan captar al usuario, que se quede y que vuelva varias veces. La competencia pasa por captar aunque sea un poquito de nuestra atención. En este escenario, nuestra mente queda vulnerable, saturada de información y con poco espacio para llevar nuestra atención a las cosas que realmente importan: nuestros proyectos de vida, conversaciones con familiares o amigos, cuidado físico y mental, nuestra salud, el trabajo, etc.

Disponible las 24hs

Nos instalaron el chip de que somos más eficientes estando disponibles las 24hs del día. Esto no es cierto. Con las “distracciones” constantes que recibe nuestro cerebro (notificaciones del celular, mails, llamadas, programas de televisión, audios, etc) nuestra atención se encuentra dividida y repartida en muchos focos diferentes. El resultado de esto es que nos cuesta muchísimo enfocarnos plenamente en una sola tarea y terminamos siendo ineficientes. Por ejemplo ¿notaron lo difícil que resulta leer un libro últimamente?.

Algunas propuestas para recuperar la mente:*

-Silenciar el celular y apagarlo de noche. Si lo usás como alarma, podés comprarte un reloj de mesa o analógico. Si, todavía existen.

– Configurar las aplicaciones para recibir la menor cantidad posible de notificaciones en la compu y en el celular, y así elegir cuándo consultar tu mail o ver las novedades de las redes sociales.  

– Si estás trabajando en algo importante del laburo o de la facu y necesitás concentración, probá alejar el celular y ponerlo en silencio. Por ejemplo, lo podes dejar en otra habitación o cargando lejos de tu escritorio.

-Si vas a hacer alguna compra o diligencia podes dejar el celular, llevar un libro o salir con nada. Es una buena práctica para vivir en el momento, sea lo que sea que hagas. Vas a notar que tu mente lo agradece.

Como con una relación viciosa, al principio puede que sientas resistencia al separarte de tu celular o computadora, y no van a faltar excusas para volver a retomar el hábito. Eso es la resistencia. Pero recordá, necesitás a tu mente funcionando para y con vos, en el momento, y los más pequeños cambios en nuestra rutina pueden cambiar la forma en la que vivimos, trabajamos y hasta vinculamos – con nosotros mismos y con los demás.  

 

*Avisos y condiciones: todo eso sí depende de vos.

¿Por qué es importante sentir?

Con el ritmo que llevamos hoy, el sentir perdió el lugar de privilegio que tenía en nuestra infancia o el que le dimos como humanos en otros momentos de la historia. En lugar de sensaciones y sentimientos depositamos, cada vez más, pensamientos. La mente nos hace dudar, nos confunde y, a veces, nos hace sentir mal. No porque haya algo malo con ella en sí, somos nosotros los usuarios que la estamos usando de manera poco saludable y nos olvidamos que la mente es sólo una parte de todo lo que nos conforma. Hay que tener en cuenta que la mente no es neutra, viene acompañada de nuestro condicionamiento. A veces podemos identificarlo y no oírlo, otras veces puede fallar. Es en ese momento cuando el malestar suele instalarse.

Otro punto importante a entender es que la mente no diferencia entre las cosas que pensamos y las que son reales. Si pensamos algo en cierto nivel lo volvemos real. Por ejemplo: si pensamos que somos incompetentes para realizar cierta tarea, nuestro cerebro lo va a tomar como una verdad, independientemente de que lo seamos en verdad. Evidentemente esto puede condicionar tanto limitaciones o potencias, depende de la naturaleza de nuestro pensamiento (si nos tiramos para abajo o si somos optimistas y nos alentamos todo el tiempo).

Con todo esto no estamos hablando de reprimir pensamientos ni mucho menos. No es esa la búsqueda que proponemos acá. Estamos empezando a hablar de por qué es importante acotar a la mente. Ese es el primer paso. Lo que sigue es retomar el sentir. Nuestro cuerpo es el gran protagonista.

Con sentir no nos referimos a la interpretación de lo que sentimos, nos referimos a solo sentir lo que sea que ocurre (factores externos), lo que sea que nos ocurre (factores internos), en el momento (ahora).   

Cuando logramos sentir, la mente se aquieta. En lugar de un embotellamiento de pensamientos, tenemos una ruta despejada. Cuando logramos sentir notamos cosas que no habíamos notado antes. Cuando logramos sentir vivimos plenamente el mundo interno y el mundo que nos rodea. Cuando logramos sentir no somos un ser dividido o segmentado por nuestra cabeza, somos una unidad eficiente y plena.

Además de ayudar a aliviar dolencias o malestares, la Osteopatía nos puede ayudar a reconectar con nosotros mismos. Para poder sentir y trabajar, el Osteópata entra en un silencio interno de concentración y relajación, producto de una búsqueda profunda del origen del malestar del paciente. Esta clase de silencio se puede transmitir al paciente en forma natural que, a lo largo de una o varias sesiones, va entrando en una sintonía de relajación. El Osteópata le espeja al paciente lo que siente y observa y a través del trabajo lo ayuda a sentir.          

Por eso el trabajo es conjunto y enriquecedor para ambas partes.

 

Rectificación y Osteopatía.

Comencemos con algunas definiciones para aclarar el panorama….

La columna vertebral es un conjunto de vértebras (huesos) que se disponen en forma apilada. Entre vértebra y vértebra se encuentran unas “almohadillas” de cartílago llamadas discos intervertebrales que cumplen principalmente una función de amortiguación.

La columna tiene cuatro porciones: la cervical, la dorsal, la lumbar y la sacro-coxis. Lo que dicen los libros, a su vez, es que hay dos tipos de curvaturas “normales” o esperables.

Por un lado, las curvaturas lordóticas, que corresponden a los segmentos lumbar y cervical y por otro, las curvaturas cifóticas, que corresponden a los segmentos dorsal y sacro-coxis. En el primer caso los segmentos tienen una forma de “S” y en el caso de las cifosis tienen una forma de “C”.   

La rectificación de la columna vertebral implica la alteración de alguna de estas curvaturas. Significa que en lugar de haber una curvatura en forma de “S” o de “C”, va haber una curvatura recta, sin o casi sin curvas.

Rectificación Cervical-Osteopatia Lanziano

Ejemplo de rectificación cervical. Izq. rectificado. Der. «normal».

Implicancias

Para entender las implicancias de las rectificaciones en la columna, es útil visualizar a la columna con curvas, como un resorte, y a la columna sin curvas (rectificada) ,como un palo.

El resorte, cuando es sometido a peso, es capaz de amortiguar lo que recibe y minimizar el impacto. El palo no tiene esa capacidad. Todo el peso impacta directamente sobre él y si recibe estímulos en forma continua, hasta puede romperse.

Nuestra columna, con sus curvas, hace lo mismo: amortigua el peso que recibe y, de esta manera, minimiza el impacto y evita posibles lesiones.

Cuando esta curvatura no está presente tenemos que saber varias cosas:

-No hay nada que haya fallado en nuestro cuerpo. No hay nada malo. El cuerpo arma su estructura según los estímulos que recibe, según sus posibilidades, etc.

-Hay mucha cosas que podemos hacer para mejorar nuestra capacidad de amortiguación con la columna que tenemos.

-El diagnóstico de rectificación no siempre es correcto y no es determinante. A veces las contracturas musculares, cuando son intensas, pueden borrar las curvaturas.

Frentes: Prevención y tratamiento.

La prevención consiste en tomar conciencia en nuestro día a día de cómo levantamos peso y evitarlo cuando es posible. En el siguiente esquema se muestra la forma correcta.

osteopatia lanziano-rectificación-peso

Cómo debemos levantar peso.

La clave: el peso lo más cercano posible a nuestro cuerpo y usamos la fuerza de nuestro dos brazos por igual y flexionamos las dos rodillas (Figura C).  

En cuanto al tratamiento, está bueno combinar actividad física con alguna terapia médica que acompañe. Si, por algún motivo, no podés dejar de levantar peso (trabajar levantando cajas, mudanza, etc) o realizás actividades de impacto (deportes, danzas, etc.) es recomendable que comiences ejercicios de fortalecimiento y estiramiento de las zonas requeridas en la actividad que practicás.  

En líneas generales se recomienda realizar actividades físicas como yoga, pilates y natación ya que proponen movimientos de estiramiento y sin demasiada impacto. Si no te agradan estas actividades, consulta con tu médico o profesional de la salud para evaluar otras opciones.

La Osteopatía puede colaborar en la recuperación de la movilidad de un segmento rectificado, actuar en forma preventiva de los posibles síntomas (dolores de cabeza, mareos, dolores de cuellos, bruxismo, etc) y, con tiempo, liberar las articulaciones comprimidas y aliviar tensiones musculares y de estructuras cercanas, minimizando la rectificación.

¿Qué sostiene al cuerpo?

Quizás lo primero que cruza por tu mente es «¡los huesos!»….

Esto es cierto pero únicamente en forma parcial…

En concreto son varias las cosas que nos permiten estar de pie y caminar. Se podría decir que el cuerpo es excelente trabajando en equipo. Así es más eficiente. De hecho, las divisiones anatómicas que conocemos hoy en día (sistema circulatorio, músculo glúteo mayor, arteria femoral, etc) son solo reales en la teoría. En la práctica, las separaciones entre un sistema (o estructura) y otro no existen.

Por ejemplo, la articulación del tobillo no puede funcionar si no trabaja en conjunto con los músculos, si no recibe nutrición de la sangre y de los nervios, si el sistema linfático no retira sus desechos, etc.   

Desde el enfoque osteopático, el principal sostén del cuerpo son las “fascias”.  Pocos saben qué son y otros quizás nunca las escucharon nombrar.

Se puede decir que las fascias son una red muy grande y fuerte de tejido fino que recubren todas las estructuras del cuerpo. Arma como «bolsitas». Algunas de las más conocidas son las fascias del corazón (pericardio), de los pulmones (pleura), entre otras. Si bien se le da nombre a cada porción de fascia, de acuerdo a la estructura que envuelve, no existe tal separación. Una gran fascia envuelve todo y nos mantiene unidos como cuerpo (permite que no nos desarmemos, por decirlo así). Hasta tal punto, que si retiramos todo el tejido del cuerpo, menos la fascia, la apariencia humana se conservaría. Entonces podríamos decir que, cuando se trata de mantener el cuerpo unido, la fascia es una de las protagonistas principales.  

La fascia del músculo visto por un microscopio. Fuente: http_www.juliazatta.com_fascia_

 

Pero…¿qué hacen los huesos, entonces?

Aportan estructura, dan forma al cuerpo y sirven como sitio de inserción de músculos, ligamentos y órganos.   

 

Otras funciones de las fascias

  • Soporte y guía del sistema sanguíneo (venas, arterias, linfáticos) y del sistema nervioso (nervios). Esto quiere decir que a través de las fascias van a pasar los vasos de estos dos sistemas.  
  • Protege al cuerpo de tensiones y estrés que pueda sufrir.  
  • Amortigua las cargas de peso que puede recibir el cuerpo.    

 

Dato y consejo

La fascia a la mañana es más blanda, tiene más líquido.

Una buena práctica para la mañana es practicar algo que en otros contextos sería inapropiado. Esto es: estirarse, lo que se llama desperezarse.

Con estos movimientos aprovechamos la flexibilidad de la fascia a la mañana y literalmente nos estiramos. Puede suavizar entumecimientos generados por alguna posición viciosa que adquirimos durante la noche. Y así empezamos el día más relajados, evitando contraer posibles contracturas.

Cada estructura que compone el cuerpo (músculos, huesos, ligamentos, fascias, piel, tendones, etc.) opera de manera conjunta cumpliendo la función de mantenernos unidos. Y las fascias cumplen esa función por excelencia.

PH kinga Cichewicz Unsplash

La Osteopatía y otras disciplinas – Parte 2.

Una vez más me detengo a contextualizar a la Osteopatía dentro del campo de otras medicinas. A continuación haré una pequeña descripción de la Medicina Tradicional China (MTC), la Homeopatía y la Traumatología y buscaré puntos en común y diferencias con la Osteopatía.

Arranquemos con la Traumatología. Es una rama de la medicina quirúrgica que se focaliza en el tratamiento e identificación de lesiones en el aparato locomotor (articulaciones, músculos, huesos, etc.). Estas lesiones pueden ser de origen traumático (golpe o torcedura efectuado por un agente externo), congénito (desde el nacimiento) o reumático (grupo de enfermedades específicas).  El tratamiento varía según la gravedad y localización de la lesión y el contexto del paciente. Cuando hablamos de localización nos referimos a que no es lo mismo, por ejemplo, una fractura de tibia que una en dedo meñique. Sin embargo, no va ser lo mismo una fractura expuesta (en donde el hueso rompe el tejido blando y sale hacia afuera) que una pequeña fractura sin desplazamiento, en donde la gravedad es menor. En este caso va a importar más la gravedad de la lesión que la localización. Por último: el contexto, es decir, la vida personal, la edad, las enfermedades previas y el sexo van a ser importantes en el momento de decidir un tratamiento. Por ejemplo: la diferencia de un esguince en un joven deportista y en un anciano.  

El tratamiento se elige considerando estas variables. El profesional puede elegir un abordaje quirúrgico para reparar la lesión o utilizar otro tipo de elementos terapéuticos (férulas, yesos, cabestrillos, vendas, etc.). También puede derivar a otra especialidad si lo considera necesario.    

Al diagnóstico se llega con la unión de testeos (movilidad de la articulación, funcionalidad muscular, etc), observaciones (cambios de coloración de los tejidos, deformaciones, etc.) y resultados de estudios complementarios (resonancias, placas, etc). Resaltemos el uso de la palabra “complementario”. Los resultados en forma aislada son insuficientes para realizar un diagnóstico correcto.  

Puntos en común y diferencias con la Osteopatía: ambas disciplinas abordan el sistema locomotor. Sin embargo, la Osteopatía, también trabaja otros sistemas. El digestivo, el respiratorio, el nervioso, son algunos ejemplos. Los Osteópatas no operan ni utilizan elementos externos en el tratamiento. Sólo usan sus manos. En el caso de una lesión traumática, el Osteópata puede acompañar en el proceso de sanación y en la rehabilitación una vez curada la lesión. Sin bien hay diferencias, los Osteópatas también utilizamos test, observación y estudios complementarios (con menor importancia) para nuestro diagnóstico.

PH: Raw Pixel. Unsplash

 

Continuaremos con la Homeopatía. Fue desarrollada por Samuel Hahnemann, médico y farmacéutico alemán, en el siglo XVIII. Si bien hoy en día es un requisito ser médico o veterinario para poder estudiar Homeopatía, se la considera una medicina complementaria, con su propia filosofía y abordaje. Es una disciplina compleja y para entenderla profundamente no alcanza esta entrada. Mi intención es que el lector se lleve una idea general. Lo distintivo y principal de la Homeopatía es la “Ley o Principio de la Semejanza”. Esta establece que aquella sustancia que genera determinados síntomas en el paciente, es la misma que lo curará (con la administración adecuada). Se cree que de esta manera el cuerpo generará los anticuerpos (sistema de defensa del cuerpo) para autocurarse.  Los medicamentos homeopáticos suelen presentarse en forma de glóbulos, comprimidos, gotas o ampollas. Su composición es de origen vegetal mezclado con algún excipiente que le da forma y consistencia, por ejemplo el azúcar en el caso de los glóbulos. La elección de la dosis y medicación depende del cuadro del paciente y se basa en las enseñanzas dejadas por Hahnemann. 

Si bien en su origen la Homeopatía es una sola, con el paso de los años se generaron dos tipos de abordajes: los unicistas y  los pluralistas. Los primeros consideran que se debe utilizar un único medicamento en el tratamiento del paciente. Por el contrario, los pluralistas utilizan varios medicamentos para aliviar distintos síntomas.

Puntos en común y diferencias con la Osteopatía: ambas disciplinas comparten el concepto de autocuración. Dicho en otras palabras, la capacidad propia de cada cuerpo de auto curarse. Ambas disciplinas nacen en la misma época y si bien sus fundadores residieron en distintos continentes, probablemente fueron influenciados por similares corrientes filosóficas. La diferencia entre ellas radica en su abordaje: mientras los Homeópatas usan medicación, los Osteópatas usan sus manos.

PH: Matt Briney. Unsplash

 

Por último hablaremos de la Medicina Tradicional China (MTC). Es un sistema médico independiente que en la actualidad cuenta con distintas corrientes y escuelas. Sus bases se encuentran en la filosofía taoísta y confucionista. Estos son sus principales pilares: el concepto de Chi y de yin y yang, los cinco elementos y el sistema de meridianos.  Sus formas de terapias son: terapia nutricional, la terapia de medicamentos, medicina manual, doctrinas del movimiento como el chi kung y el tai chi y la acupuntura.

Como se puede apreciar la MTC es una medicina muy completa y compleja. En esta oportunidad solo explicaremos el tratamiento a través de la acupuntura que suele ser la temática que más despierta curiosidad. La acupuntura ,a través de la punción, trabaja sobre puntos claves en la piel, que están vinculados con órganos. Su estimulación o relajación puede liberar bloqueos energéticos y nivelar desequilibrios.

Puntos en común y diferencias con la Osteopatía: ambas disciplinas contemplan la posibilidad de que los síntomas del paciente son consecuencia de desequilibrios sistémicos. Por ello el tratamiento en ambos casos es integral. Otro punto en común es que ambas tratan gran cantidad de malestares, dolores y enfermedades. No se centran en un área en particular. La MTC trabaja sobre los meridianos y desequilibrios energéticos, entre otras cosas. La Osteopatía no trabaja directamente sobre esos puntos. Su foco principal es la identificación y tratamiento de regiones con alteración en su movilidad.

PH: Igor Ovsyannykov. Unsplash

 

Me gustaría conocer un poco qué experiencias tuvieron con todas estas disciplinas. ¿Las conocían? ¿Se atendieron con alguna de ellas? Los invito a comentar lo que consideren valioso respecto a ellas y, si tienen, alguna duda.

 

Fuentes:

-Kerckhoff, Annette. La enfermedad y la cura. Conceptos de una medicina diferente.

-Kent, James Tyler. Filosofía Homeopática.

 

La Osteopatía y otras disciplinas – Parte 1.

¿Cuál es la diferencia entre la Osteopatía y la Quiropraxia? ¿Hacen masajes? ¿Y con el reiki que tienen que ver? ¿La Kinesiología y la Osteopatía están vinculadas?

Escucho estas preguntas en mi consultorio constantemente…

A continuación haré una pequeña descripción de cada una éstas disciplinas con énfasis en las similitudes y diferencias con la Osteopatía.

Arranquemos por la Kinesiología. Es una terapia manual de base científica cuyo foco principal es el estudio del movimiento del cuerpo humano. Sus bases, al igual que la Osteopatía, se hallan en el estudio de la anatomía, la fisiología y la biomecánica entre otras. A través del examen kinésico, el profesional detectará qué estructuras del sistema músculo esquelético están afectadas y cuáles son prioritarias a tratar. El kinesiólogo tiene dos formas básicas de trabajo: manual, utilizando técnicas de masaje, ejercicio y movilizaciones articulares y con el uso de maquinaria (ultrasonido, magneto terapia, etc). Si bien su foco principal está en el sistema locomotor, hay distintas ramas que atienden otros problemas, por ejemplo la Kinesiología del sistema respiratorio.

Puntos en común y diferencias con la Osteopatía: el uso de las manos para trabajar, el estudio de materias médicas base y el tratamiento del sistema locomotor.  La Osteopatía no utiliza máquinas en su práctica y trabaja otros desequilibrios en el cuerpo además del sistema musculoesquelético. La kinesiología está incluída en el sistema médico alopático y la osteopatía representa un sistema de salud aparte con bases filosóficas y terapéuticas distintas.

En cuanto a la Quiropraxia, es una medicina complementaria fundada por Daniel David Palmer en 1895, Estados Unidos.

Su modo de trabajo se basa en la concepción de que la mayoría de los trastornos y enfermedades se deben a desplazamientos de las vértebras de la columna vertebral (llamadas subluxaciones). Estas lesiones alterarían el libre funcionamiento de los nervios espinales. Estos nervios salen de la columna vertebral y son responsables de gran parte de la función motora y la sensibilidad del cuerpo. En criollo, estos nervios proporcionan la electricidad que influye sobre el funcionamiento de órganos y otros tejidos (músculo, piel, etc.). No muy distinto de la función que cumple un enchufe en una computadora (darle energía)..

Para la corrección de estos desplazamientos, los quiroprácticos ubican a las vértebras en su lugar correcto a través de la “técnica trust”. Desde este enfoque, una vez que fue corregido el desplazamiento, el nervio comprimido queda libre y con ello la estructura afectada recupera su salud.

Médula espinal y nervios espinales. Fuente: «Anatomía para estudiantes» de Gray

 

Puntos en común y diferencias con la Osteopatía: Los osteópatas trabajamos todo el cuerpo. No tomamos una región como centro de nuestra atención. Esto incluye a la columna, el tórax, las extremidades, el cráneo, las vísceras y todo el sistema circulatorio y nervioso. Trabajamos con desplazamientos vertebrales únicamente si están vinculadas directamente con el origen del malestar que trae el paciente. Éstas pueden ser en realidad adaptaciones de otras lesiones en el cuerpo. Por ejemplo: una vértebra lumbar puede estar desplazada pero una tensión fuerte en el músculo psoas ilíaco.   

Por otro lado, contamos con numerosas técnicas y formas de trabajo que incluyen la “técnica de trust” pero no en forma absoluta y constante.  

Si bien no es claro históricamente, se cree que Palmer fue estudiante de Andrew Taylor Still, padre de la Osteopatía.

En cuanto al masaje…es una técnica manual con fin terapéutico con foco en el sector superficial y profundo de las capas musculares del cuerpo. Hay distintos abordajes y formas de trabajo. Por ejemplo: masajes californianos, descontracturante, etc. La Osteopatía puede trabajar las capas musculares pero no usa la técnica del masaje.

Finalmente llegamos al reiki, que es una medicina complementaria de origen japonés. La creencia principalmente de los reikistas ( llamados también emisores o canales) es que a través de la imposición de manos se transfiere una energía vital universal que puede sanar malestares físicos o emocionales. El reiki no se limita al tratamiento en humanos, también lo aplican a animales y plantas.        

Puntos en común con la Osteopatía: durante una sesión de osteopatía puede haber movilización de energía y que el paciente o el terapeuta puedan sentir olas de calor o frío. Esto ocurre como consecuencia del trabajo osteopático, no como objetivo de la sesión.

En conclusión, la Osteopatía presenta diferencias claras con los otros abordajes. Cada una de estas terapias o medicinas puede ayudar al paciente a recuperar su salud. Lo importante es entender qué es lo que cada una de ellas tiene para ofrecernos y probar con muchas, si es necesario, hasta encontrar lo que realmente necesitamos en un momento dado.

En esta entrada hablé de estas disciplinas pero hay muchas otras muy valiosas que no fueron mencionadas acá.  

Para leer acerca de la Osteopatía click acá

 

           

Osteopatía y Trekking. Dos pasiones.

Además de ser osteópata, disfruto las caminatas. Especialmente en montaña. Cuando puedo me calzo la mochi y la carpa y salgo a caminar. Juntando un poco dos pasiones, el trekking y la osteopatía, hago esta entrada con la intención de sumar a la comunidad de caminantes algunos consejos de mi experiencia. Estará divida en dos partes. Primero hablaré de la caminata, el calzado y la mochila. Después propondré una serie de ejercicios para el antes y el después.

CAMINATA

Cuándo caminamos estamos pendientes del paisaje, sentimos el peso en la mochila y a veces, el calor. En ese conjunto de sensaciones y emociones a veces nos olvidamos de prestar atención a nuestra caminata y en especial a la forma en la cual caminamos. En cierto modo se vuelve automático. En este escenario es más probable hacer un mal movimiento o sobrecargar alguna parte del cuerpo.

Lo que recomiendo al caminar es dirigir nuestra atención o conciencia a tres zonas: las plantas de los pies, el abdomen y los cuadriceps. Los pies nos conectan con la tierra y con el presente. Si estamos nerviosos, tensos o con muchos pensamiento, este ejercicio de conexión nos va a relajar y a conectar con nosotros mismos y con la energía de la tierra.

En el abdomen cerca del ombligo, está el plexo solar. Éste tiene una conexión directa con el movimiento, el caminar y en particular, las piernas y los pies. Nos conecta con nuestro deseo de avanzar hacia adelante en la vida. Poner la mano puede ayudarnos a relajar tensiones, miedos o inseguridades y darnos valor para la caminata que deseamos emprender.

Por último, los cuádriceps, músculo de doble acción: sobre la cadera (flexor secundario) y sobre la rodilla (extensor principal). Fundamental durante la caminata. No tanto por la acción en la cadera, si no por la acción sobre la rodilla. Un cuádriceps fuerte protege a las rodillas de eventuales torceduras.

 

CALZADO A ELEGIR

-Zapatillas de Trekking. Recomendables en salidas cortas, con poco peso. Con terreno blando y regular.

-Botas de Trekking de caña media y alta. Recomendables en salidas más largas, con peso. Aportan estabilidad al tobillo, que puede torcerse en terrenos irregulares. Así también amortiguan el peso de la mochila. La bota media es un buen intermedio entre las zapatillas y las botas altas. Éstas últimas son recomendables en terrenos extremos y con nieve. Por su rigidez es aconsejable, en ambos casos, ablandar las botas antes de iniciar una caminata y no usarlas en ciudad por tiempo prolongado.

Es importante, sin importar el calzado que se elija, consultar si son de material impermeable y que respire. Así también que cuente con una suela antideslizante (por ej. Vibram y Contagrip).

LA MOCHILA

Algunas consejos generales:

-Para calzar la mochila, lo mejor es subirla a una mesa y colocarla en la espalda desde ahí. De esta forma evitamos agacharnos. En caso de no contar con una mesa en medio del bosque o algo parecido, mejor agacharse doblando ambas rodillas y hacer fuerza con las piernas, no con la columna.¡Este punto es muy importante! Hacer movimientos bruscos y rápidos al mismo tiempo que se levanta peso puede tener un impacto muy negativo sobre nuestras lumbares y cintura.

– A los objetos pesados colocalos lo más cerca posible de tu espalda.Es común que las mochilas cuenten con un cierre en la parte de abajo. Es recomendable colocar los objetos livianos y de uso frecuente allí.

-El peso ideal de la mochila no debe superar el 25% de nuestro peso corporal. Por ejemplo: una persona que pese 60kg debería llevar una mochila de 15 kg como máximo.

-Llevar la mochila en los dos hombros en todo momento.

-Una vez armada la mochila, ajustar las correas compresoras de la mochila. Así evitas que lo que lleves adentro se mueva durante la caminata.

Cómo ajustar la mochila: Muy importante! Una mochila bien ajustada disminuye el impacto sobre el cuerpo porque el peso se reparte mejor. Una vez ubicada la mochila, ajustar:

El respaldo de manera que corresponda con el tamaño del tronco de la persona que la va a utilizar. Éste va a transmitir el peso a la correa ubicada en la cintura. Es importante estar seguro de que tu mochila sea del tamaño adecuado para tu tronco. No todas las mochilas tienen la opción ajustable de respaldo. Si estás por comprar una sería bueno mirar eso.

Ajustar las correas ubicadas a la altura del pecho hasta que corresponda al ancho del tórax de la persona.Deben estar tensas para que la mochila se fije a la espalda. El 20% del peso irá por ahí. Las mochilas pueden tener una o dos correas ubicadas en esta zona.

Ajustar la correa ubicada en la cintura, también conocida como “riñonera” hasta que sientas el tope. Ésta reparte el 80% del peso de la mochila hacia la pelvis y por ende, hacia las piernas.

Ajustar las correas laterales. Se ubican al costado de la mochila. Es importante que estén simétricas, de lo contrario generarán balanceos que pueden sobrecargar un lado del cuerpo. Junto a las correas del tórax, fijan la mochila a la espalda.

 

Osteopatía veterinaria, una historia de amor.

A fines del año pasado mi mejor amigo, amor incondicional, alegría constante y compañero de vida, Bambú, partió hacia otra nueva aventura. Como un duque y en paz, en sus términos. Seguro está en un mundo lleno de huesitos y medias para robar.

Bambú vivió 13 años llenos de vida y amor. Cada día que le tocó vivir, él estaba presente, ahí, en el momento. Experiencia que rara vez los humanos podemos tener.  

Lo extrañamos muchísimo y por sobre todo su ausencia física se nota todos los días. Lo que permanece son sus enseñanzas y el amor que compartimos.

Bambú, además, fue mi primer paciente de osteopatía no-humano. Diría que fue un maestro durante mi formación en osteopatía.

Lo más importante que aprendí con él es el respeto. Por la vida, por la inteligencia que opera, que excede nuestro entendimiento. El tiempo del tratamiento lo elegía él. Me hacía saber con mucha claridad cuándo la sesión terminaba para él.

Otra cosa que aprendí de Bambú es la entrega profunda. El dejarse ayudar y participar plenamente desde adentro.

Especialmente en el último tiempo, que estaba enfermo, era asombrosa su capacidad de recuperación y su apuesta por la vida. Otra lección importante. Hasta el último momento quería estar acá. Conectando. Moviendo la colita. Sabía del privilegio que es la vida. El milagro que significa.      

En cuanto a la anatomía, me llevó a un nuevo mundo que es la anatomía comparada en animales. Temática apasionante para los que nos gusta la anatomía y sabemos apreciar las adaptaciones de la naturaleza en cada especie.

Al osteópata que no haya experimentado el trabajo con animales, se lo recomiendo. Lo considero como pieza fundamental en la formación y en el entendimiento de las leyes de la naturaleza. A continuación, les comparto un par de consejos de mi experiencia personal,  para quienes hagan osteopatía con animales por primera vez:

  • Los animales son muy intuitivos y son sensibles a la energía que transmitimos. Es importante transmitir seguridad con nuestro toque.
  • Abrir el corazón. Si nuestra intención es buena, ellos lo saben y lo van a agradecer. Transmitir al animal un toque seguro y amoroso puede ser increíblemente sanador para el osteópata y para el paciente.   
  • Respeto. Estar atento a las señales. Si algo le molesta al animal, lo va a expresar.
  • Antes de arrancar con un tratamiento, dejar que el animal te vea y huela. Darle tiempo para que te conozca, acepte tu presencia y la invitación al tratamiento.
  • Empezar el trabajo con unos mimos puede ser una buena forma de contactar. Evitar cabeza y panza al comienzo.  
  • Los tiempos de la sesión suelen ser más acotados que con humanos. Una sesión de una hora puede ser mucho para ellos. Tratar de ser conciso con el trabajo.

Qué es la Osteopatía.

Cada semana tengo una respuesta distinta.

Y no es por confusión o por falta de conocimiento (que en otras áreas me podría pasar). Tiene que ver con que la osteopatía es una disciplina viva y cambiante.

Como una semilla.

Entendemos qué clase de árbol saldrá de ella una vez que pasa un tiempo, crece, y dejamos que las ramas armen su propia obra.

Sólo la entendemos al vivirla, tanto si somos pacientes como si somos el terapeuta.

De todas formas, vamos a usar algunas palabras a modo de acercamiento…

La osteopatía es una medicina, una ciencia, un arte y una filosofía.

Las herramientas de trabajo: las manos.

Nuestro foco está en lo particular y en la totalidad del paciente. Esto quiere decir que tanto en el estudio, como en nuestro consultorio, le prestamos atención al detalle. Sin perder la noción de que el ser humano es un todo y que por ello debe ser tratado como tal,  no como la sumatoria de sus partes.

Nuestra referencia principal es el movimiento. La ausencia de movimiento es un terreno fértil para el desarrollo de dolores, malestares y enfermedades. Cuando el movimiento es libre, en cambio, hay espacio. La sangre irriga y drena (junto con el sistema linfático). La inervación llega a los tejidos.

Cuando el movimiento es libre, hay salud.

Ejemplo: El nervio mediano, por la tensión de los tendones que pasan por la muñeca, se comprime. Esa tensión genera dolor en la mano por la falta de libertad de movimiento del nervio.

¿Qué es la Osteopatía? ¡Qué pregunta!

A modo de síntesis, para seguir ampliando la definición, comparto los principios de la osteopatía dictados por la OMS:

-El ser humano es una entidad funcional dinámica, cuyo estado de salud es influenciado por cuerpo, mente y espíritu.

-El cuerpo posee mecanismos autorreguladores y es naturalmente auto sanador.

-La estructura y la función están interrelacionadas en todos los niveles del cuerpo humano.

Fuente:

OMS (2010). Parámetros para la formación en osteopatía. Puntos de referencia para la formación en medicina tradicional/complementaria y alternativa. Suiza. 

Cómo llevarse bien con la tensión muscular.

¿De dónde viene la tensión muscular? ¿Por qué nos contracturamos tan fácilmente?

Hay más de una respuesta a esta pregunta. Depende del contexto y de la persona.

Sin embargo, podemos explorar algunos puntos generales que pueden ayudar a aclarar el panorama…

En el día a día se puede decir que actúan dos sistemas: el sistema nervioso simpático y el parasimpático.

El primero es el encargado de llevar a cabo nuestros mecanismos de defensa, lucha o huída. Entre otras cosas, dirige la sangre a los músculos y acelera el corazón.

El otro sistema, el parasimpático, es lo opuesto. Se activa en momentos de reposo o de descanso y cuando comemos. La típica fiaquita después de comer es el sistema parasimpático en acción. En este caso la sangre va hacia el sistema digestivo principalmente. Nos da sueño y buscamos el reposo.

Por eso nos dicen, por ejemplo, que no es conveniente meterse a la pileta después de comer. Nuestro cuerpo pone su atención en la digestión, no en los músculos para nadar. Les confieso que nunca le di bolilla, siempre me metí a la pileta después de comer. No digan nada.

Cuando una situación de estrés se presenta (de cualquier tipo) nuestro cuerpo reacciona. Eso puede ser muy útil si, por ejemplo, te persigue un loco con cuchillo.

El problema es cuando esa sensación de amenaza es constante en nuestra cabeza. Ésta no distingue la diferencia entre un pensamiento o sensaciones de peligro, de una situación “real”.

Esto significa que vamos a estar en un estado de alerta constante y ,por lo tanto, tensionados (y con otros posibles trastornos, por ejemplo, digestivos).

El reto ahora, es qué hacer con esta información…

Por lo pronto, saber todo esto, es útil.

Señala la importancia de aprovechar los momentos de descanso. Dormir apagando la cabeza sin desenchufarla de golpe por falta de batería o sobrecarga. Es importante que exista una transición entre un sistema y otro.

Mejor dar lugar a que otro sistema opere cada tanto. Que no domine siempre el sistema de defensa. Nos invita activamente a buscar momentos para nosotros. Comer con tranquilidad, por ejemplo. Sólo comer. Sin usar el celular, sin mirar la tv, sin pensar en millones de cosas que nos preocupan. Sólo comer, aunque sea por unos minutos, destinar energía a esa tarea.

Otro punto importante es entender que en esos momentos de tensión, nuestro cuerpo acude en nuestra ayuda. Nos prepara para enfrentar una amenaza. El tema no es censurar las reacciones del cuerpo si no hacer un cambio en la información le enviamos.

Además de mandar información de estrés y preocupaciones, dar información de descanso y tranquilidad, aunque sea por unos minutos, independientemente de la circunstancia.

Con esto podemos generar una diferencia y disparar futuros cambios.

En la Osteopatía podemos tratar las tensiones musculares desde esta perspectiva, entre otras. Tratamos de identificar, junto al paciente, el origen no siempre visible de su malestar. Puede estar vinculado tanto con la sobreestimulación de su sistema nervioso simpático como con otros motivos.

En una sesión de osteopatía puede presentarse este escenario y es parte de lo que tratamos en el consultorio.

Cómo llevarnos bien con la tensión muscular

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