Autor: Lucía Lanziano

La Osteopatía y otras disciplinas – Parte 2.

Una vez más me detengo a contextualizar a la Osteopatía dentro del campo de otras medicinas. A continuación haré una pequeña descripción de la Medicina Tradicional China (MTC), la Homeopatía y la Traumatología y buscaré puntos en común y diferencias con la Osteopatía.

Arranquemos con la Traumatología. Es una rama de la medicina quirúrgica que se focaliza en el tratamiento e identificación de lesiones en el aparato locomotor (articulaciones, músculos, huesos, etc.). Estas lesiones pueden ser de origen traumático (golpe o torcedura efectuado por un agente externo), congénito (desde el nacimiento) o reumático (grupo de enfermedades específicas).  El tratamiento varía según la gravedad y localización de la lesión y el contexto del paciente. Cuando hablamos de localización nos referimos a que no es lo mismo, por ejemplo, una fractura de tibia que una en dedo meñique. Sin embargo, no va ser lo mismo una fractura expuesta (en donde el hueso rompe el tejido blando y sale hacia afuera) que una pequeña fractura sin desplazamiento, en donde la gravedad es menor. En este caso va a importar más la gravedad de la lesión que la localización. Por último: el contexto, es decir, la vida personal, la edad, las enfermedades previas y el sexo van a ser importantes en el momento de decidir un tratamiento. Por ejemplo: la diferencia de un esguince en un joven deportista y en un anciano.  

El tratamiento se elige considerando estas variables. El profesional puede elegir un abordaje quirúrgico para reparar la lesión o utilizar otro tipo de elementos terapéuticos (férulas, yesos, cabestrillos, vendas, etc.). También puede derivar a otra especialidad si lo considera necesario.    

Al diagnóstico se llega con la unión de testeos (movilidad de la articulación, funcionalidad muscular, etc), observaciones (cambios de coloración de los tejidos, deformaciones, etc.) y resultados de estudios complementarios (resonancias, placas, etc). Resaltemos el uso de la palabra “complementario”. Los resultados en forma aislada son insuficientes para realizar un diagnóstico correcto.  

Puntos en común y diferencias con la Osteopatía: ambas disciplinas abordan el sistema locomotor. Sin embargo, la Osteopatía, también trabaja otros sistemas. El digestivo, el respiratorio, el nervioso, son algunos ejemplos. Los Osteópatas no operan ni utilizan elementos externos en el tratamiento. Sólo usan sus manos. En el caso de una lesión traumática, el Osteópata puede acompañar en el proceso de sanación y en la rehabilitación una vez curada la lesión. Sin bien hay diferencias, los Osteópatas también utilizamos test, observación y estudios complementarios (con menor importancia) para nuestro diagnóstico.

PH: Raw Pixel. Unsplash

 

Continuaremos con la Homeopatía. Fue desarrollada por Samuel Hahnemann, médico y farmacéutico alemán, en el siglo XVIII. Si bien hoy en día es un requisito ser médico o veterinario para poder estudiar Homeopatía, se la considera una medicina complementaria, con su propia filosofía y abordaje. Es una disciplina compleja y para entenderla profundamente no alcanza esta entrada. Mi intención es que el lector se lleve una idea general. Lo distintivo y principal de la Homeopatía es la “Ley o Principio de la Semejanza”. Esta establece que aquella sustancia que genera determinados síntomas en el paciente, es la misma que lo curará (con la administración adecuada). Se cree que de esta manera el cuerpo generará los anticuerpos (sistema de defensa del cuerpo) para autocurarse.  Los medicamentos homeopáticos suelen presentarse en forma de glóbulos, comprimidos, gotas o ampollas. Su composición es de origen vegetal mezclado con algún excipiente que le da forma y consistencia, por ejemplo el azúcar en el caso de los glóbulos. La elección de la dosis y medicación depende del cuadro del paciente y se basa en las enseñanzas dejadas por Hahnemann. 

Si bien en su origen la Homeopatía es una sola, con el paso de los años se generaron dos tipos de abordajes: los unicistas y  los pluralistas. Los primeros consideran que se debe utilizar un único medicamento en el tratamiento del paciente. Por el contrario, los pluralistas utilizan varios medicamentos para aliviar distintos síntomas.

Puntos en común y diferencias con la Osteopatía: ambas disciplinas comparten el concepto de autocuración. Dicho en otras palabras, la capacidad propia de cada cuerpo de auto curarse. Ambas disciplinas nacen en la misma época y si bien sus fundadores residieron en distintos continentes, probablemente fueron influenciados por similares corrientes filosóficas. La diferencia entre ellas radica en su abordaje: mientras los Homeópatas usan medicación, los Osteópatas usan sus manos.

PH: Matt Briney. Unsplash

 

Por último hablaremos de la Medicina Tradicional China (MTC). Es un sistema médico independiente que en la actualidad cuenta con distintas corrientes y escuelas. Sus bases se encuentran en la filosofía taoísta y confucionista. Estos son sus principales pilares: el concepto de Chi y de yin y yang, los cinco elementos y el sistema de meridianos.  Sus formas de terapias son: terapia nutricional, la terapia de medicamentos, medicina manual, doctrinas del movimiento como el chi kung y el tai chi y la acupuntura.

Como se puede apreciar la MTC es una medicina muy completa y compleja. En esta oportunidad solo explicaremos el tratamiento a través de la acupuntura que suele ser la temática que más despierta curiosidad. La acupuntura ,a través de la punción, trabaja sobre puntos claves en la piel, que están vinculados con órganos. Su estimulación o relajación puede liberar bloqueos energéticos y nivelar desequilibrios.

Puntos en común y diferencias con la Osteopatía: ambas disciplinas contemplan la posibilidad de que los síntomas del paciente son consecuencia de desequilibrios sistémicos. Por ello el tratamiento en ambos casos es integral. Otro punto en común es que ambas tratan gran cantidad de malestares, dolores y enfermedades. No se centran en un área en particular. La MTC trabaja sobre los meridianos y desequilibrios energéticos, entre otras cosas. La Osteopatía no trabaja directamente sobre esos puntos. Su foco principal es la identificación y tratamiento de regiones con alteración en su movilidad.

PH: Igor Ovsyannykov. Unsplash

 

Me gustaría conocer un poco qué experiencias tuvieron con todas estas disciplinas. ¿Las conocían? ¿Se atendieron con alguna de ellas? Los invito a comentar lo que consideren valioso respecto a ellas y, si tienen, alguna duda.

 

Fuentes:

-Kerckhoff, Annette. La enfermedad y la cura. Conceptos de una medicina diferente.

-Kent, James Tyler. Filosofía Homeopática.

 

La Osteopatía y otras disciplinas – Parte 1.

¿Cuál es la diferencia entre la Osteopatía y la Quiropraxia? ¿Hacen masajes? ¿Y con el reiki que tienen que ver? ¿La Kinesiología y la Osteopatía están vinculadas?

Escucho estas preguntas en mi consultorio constantemente…

A continuación haré una pequeña descripción de cada una éstas disciplinas con énfasis en las similitudes y diferencias con la Osteopatía.

Arranquemos por la Kinesiología. Es una terapia manual de base científica cuyo foco principal es el estudio del movimiento del cuerpo humano. Sus bases, al igual que la Osteopatía, se hallan en el estudio de la anatomía, la fisiología y la biomecánica entre otras. A través del examen kinésico, el profesional detectará qué estructuras del sistema músculo esquelético están afectadas y cuáles son prioritarias a tratar. El kinesiólogo tiene dos formas básicas de trabajo: manual, utilizando técnicas de masaje, ejercicio y movilizaciones articulares y con el uso de maquinaria (ultrasonido, magneto terapia, etc). Si bien su foco principal está en el sistema locomotor, hay distintas ramas que atienden otros problemas, por ejemplo la Kinesiología del sistema respiratorio.

Puntos en común y diferencias con la Osteopatía: el uso de las manos para trabajar, el estudio de materias médicas base y el tratamiento del sistema locomotor.  La Osteopatía no utiliza máquinas en su práctica y trabaja otros desequilibrios en el cuerpo además del sistema musculoesquelético. La kinesiología está incluída en el sistema médico alopático y la osteopatía representa un sistema de salud aparte con bases filosóficas y terapéuticas distintas.

En cuanto a la Quiropraxia, es una medicina complementaria fundada por Daniel David Palmer en 1895, Estados Unidos.

Su modo de trabajo se basa en la concepción de que la mayoría de los trastornos y enfermedades se deben a desplazamientos de las vértebras de la columna vertebral (llamadas subluxaciones). Estas lesiones alterarían el libre funcionamiento de los nervios espinales. Estos nervios salen de la columna vertebral y son responsables de gran parte de la función motora y la sensibilidad del cuerpo. En criollo, estos nervios proporcionan la electricidad que influye sobre el funcionamiento de órganos y otros tejidos (músculo, piel, etc.). No muy distinto de la función que cumple un enchufe en una computadora (darle energía)..

Para la corrección de estos desplazamientos, los quiroprácticos ubican a las vértebras en su lugar correcto a través de la “técnica trust”. Desde este enfoque, una vez que fue corregido el desplazamiento, el nervio comprimido queda libre y con ello la estructura afectada recupera su salud.

Médula espinal y nervios espinales. Fuente: «Anatomía para estudiantes» de Gray

 

Puntos en común y diferencias con la Osteopatía: Los osteópatas trabajamos todo el cuerpo. No tomamos una región como centro de nuestra atención. Esto incluye a la columna, el tórax, las extremidades, el cráneo, las vísceras y todo el sistema circulatorio y nervioso. Trabajamos con desplazamientos vertebrales únicamente si están vinculadas directamente con el origen del malestar que trae el paciente. Éstas pueden ser en realidad adaptaciones de otras lesiones en el cuerpo. Por ejemplo: una vértebra lumbar puede estar desplazada pero una tensión fuerte en el músculo psoas ilíaco.   

Por otro lado, contamos con numerosas técnicas y formas de trabajo que incluyen la “técnica de trust” pero no en forma absoluta y constante.  

Si bien no es claro históricamente, se cree que Palmer fue estudiante de Andrew Taylor Still, padre de la Osteopatía.

En cuanto al masaje…es una técnica manual con fin terapéutico con foco en el sector superficial y profundo de las capas musculares del cuerpo. Hay distintos abordajes y formas de trabajo. Por ejemplo: masajes californianos, descontracturante, etc. La Osteopatía puede trabajar las capas musculares pero no usa la técnica del masaje.

Finalmente llegamos al reiki, que es una medicina complementaria de origen japonés. La creencia principalmente de los reikistas ( llamados también emisores o canales) es que a través de la imposición de manos se transfiere una energía vital universal que puede sanar malestares físicos o emocionales. El reiki no se limita al tratamiento en humanos, también lo aplican a animales y plantas.        

Puntos en común con la Osteopatía: durante una sesión de osteopatía puede haber movilización de energía y que el paciente o el terapeuta puedan sentir olas de calor o frío. Esto ocurre como consecuencia del trabajo osteopático, no como objetivo de la sesión.

En conclusión, la Osteopatía presenta diferencias claras con los otros abordajes. Cada una de estas terapias o medicinas puede ayudar al paciente a recuperar su salud. Lo importante es entender qué es lo que cada una de ellas tiene para ofrecernos y probar con muchas, si es necesario, hasta encontrar lo que realmente necesitamos en un momento dado.

En esta entrada hablé de estas disciplinas pero hay muchas otras muy valiosas que no fueron mencionadas acá.  

Para leer acerca de la Osteopatía click acá

 

           

Osteopatía y Trekking. Dos pasiones.

Además de ser osteópata, disfruto las caminatas. Especialmente en montaña. Cuando puedo me calzo la mochi y la carpa y salgo a caminar. Juntando un poco dos pasiones, el trekking y la osteopatía, hago esta entrada con la intención de sumar a la comunidad de caminantes algunos consejos de mi experiencia. Estará divida en dos partes. Primero hablaré de la caminata, el calzado y la mochila. Después propondré una serie de ejercicios para el antes y el después.

CAMINATA

Cuándo caminamos estamos pendientes del paisaje, sentimos el peso en la mochila y a veces, el calor. En ese conjunto de sensaciones y emociones a veces nos olvidamos de prestar atención a nuestra caminata y en especial a la forma en la cual caminamos. En cierto modo se vuelve automático. En este escenario es más probable hacer un mal movimiento o sobrecargar alguna parte del cuerpo.

Lo que recomiendo al caminar es dirigir nuestra atención o conciencia a tres zonas: las plantas de los pies, el abdomen y los cuadriceps. Los pies nos conectan con la tierra y con el presente. Si estamos nerviosos, tensos o con muchos pensamiento, este ejercicio de conexión nos va a relajar y a conectar con nosotros mismos y con la energía de la tierra.

En el abdomen cerca del ombligo, está el plexo solar. Éste tiene una conexión directa con el movimiento, el caminar y en particular, las piernas y los pies. Nos conecta con nuestro deseo de avanzar hacia adelante en la vida. Poner la mano puede ayudarnos a relajar tensiones, miedos o inseguridades y darnos valor para la caminata que deseamos emprender.

Por último, los cuádriceps, músculo de doble acción: sobre la cadera (flexor secundario) y sobre la rodilla (extensor principal). Fundamental durante la caminata. No tanto por la acción en la cadera, si no por la acción sobre la rodilla. Un cuádriceps fuerte protege a las rodillas de eventuales torceduras.

 

CALZADO A ELEGIR

-Zapatillas de Trekking. Recomendables en salidas cortas, con poco peso. Con terreno blando y regular.

-Botas de Trekking de caña media y alta. Recomendables en salidas más largas, con peso. Aportan estabilidad al tobillo, que puede torcerse en terrenos irregulares. Así también amortiguan el peso de la mochila. La bota media es un buen intermedio entre las zapatillas y las botas altas. Éstas últimas son recomendables en terrenos extremos y con nieve. Por su rigidez es aconsejable, en ambos casos, ablandar las botas antes de iniciar una caminata y no usarlas en ciudad por tiempo prolongado.

Es importante, sin importar el calzado que se elija, consultar si son de material impermeable y que respire. Así también que cuente con una suela antideslizante (por ej. Vibram y Contagrip).

LA MOCHILA

Algunas consejos generales:

-Para calzar la mochila, lo mejor es subirla a una mesa y colocarla en la espalda desde ahí. De esta forma evitamos agacharnos. En caso de no contar con una mesa en medio del bosque o algo parecido, mejor agacharse doblando ambas rodillas y hacer fuerza con las piernas, no con la columna.¡Este punto es muy importante! Hacer movimientos bruscos y rápidos al mismo tiempo que se levanta peso puede tener un impacto muy negativo sobre nuestras lumbares y cintura.

– A los objetos pesados colocalos lo más cerca posible de tu espalda.Es común que las mochilas cuenten con un cierre en la parte de abajo. Es recomendable colocar los objetos livianos y de uso frecuente allí.

-El peso ideal de la mochila no debe superar el 25% de nuestro peso corporal. Por ejemplo: una persona que pese 60kg debería llevar una mochila de 15 kg como máximo.

-Llevar la mochila en los dos hombros en todo momento.

-Una vez armada la mochila, ajustar las correas compresoras de la mochila. Así evitas que lo que lleves adentro se mueva durante la caminata.

Cómo ajustar la mochila: Muy importante! Una mochila bien ajustada disminuye el impacto sobre el cuerpo porque el peso se reparte mejor. Una vez ubicada la mochila, ajustar:

El respaldo de manera que corresponda con el tamaño del tronco de la persona que la va a utilizar. Éste va a transmitir el peso a la correa ubicada en la cintura. Es importante estar seguro de que tu mochila sea del tamaño adecuado para tu tronco. No todas las mochilas tienen la opción ajustable de respaldo. Si estás por comprar una sería bueno mirar eso.

Ajustar las correas ubicadas a la altura del pecho hasta que corresponda al ancho del tórax de la persona.Deben estar tensas para que la mochila se fije a la espalda. El 20% del peso irá por ahí. Las mochilas pueden tener una o dos correas ubicadas en esta zona.

Ajustar la correa ubicada en la cintura, también conocida como “riñonera” hasta que sientas el tope. Ésta reparte el 80% del peso de la mochila hacia la pelvis y por ende, hacia las piernas.

Ajustar las correas laterales. Se ubican al costado de la mochila. Es importante que estén simétricas, de lo contrario generarán balanceos que pueden sobrecargar un lado del cuerpo. Junto a las correas del tórax, fijan la mochila a la espalda.

 

Osteopatía veterinaria, una historia de amor.

A fines del año pasado mi mejor amigo, amor incondicional, alegría constante y compañero de vida, Bambú, partió hacia otra nueva aventura. Como un duque y en paz, en sus términos. Seguro está en un mundo lleno de huesitos y medias para robar.

Bambú vivió 13 años llenos de vida y amor. Cada día que le tocó vivir, él estaba presente, ahí, en el momento. Experiencia que rara vez los humanos podemos tener.  

Lo extrañamos muchísimo y por sobre todo su ausencia física se nota todos los días. Lo que permanece son sus enseñanzas y el amor que compartimos.

Bambú, además, fue mi primer paciente de osteopatía no-humano. Diría que fue un maestro durante mi formación en osteopatía.

Lo más importante que aprendí con él es el respeto. Por la vida, por la inteligencia que opera, que excede nuestro entendimiento. El tiempo del tratamiento lo elegía él. Me hacía saber con mucha claridad cuándo la sesión terminaba para él.

Otra cosa que aprendí de Bambú es la entrega profunda. El dejarse ayudar y participar plenamente desde adentro.

Especialmente en el último tiempo, que estaba enfermo, era asombrosa su capacidad de recuperación y su apuesta por la vida. Otra lección importante. Hasta el último momento quería estar acá. Conectando. Moviendo la colita. Sabía del privilegio que es la vida. El milagro que significa.      

En cuanto a la anatomía, me llevó a un nuevo mundo que es la anatomía comparada en animales. Temática apasionante para los que nos gusta la anatomía y sabemos apreciar las adaptaciones de la naturaleza en cada especie.

Al osteópata que no haya experimentado el trabajo con animales, se lo recomiendo. Lo considero como pieza fundamental en la formación y en el entendimiento de las leyes de la naturaleza. A continuación, les comparto un par de consejos de mi experiencia personal,  para quienes hagan osteopatía con animales por primera vez:

  • Los animales son muy intuitivos y son sensibles a la energía que transmitimos. Es importante transmitir seguridad con nuestro toque.
  • Abrir el corazón. Si nuestra intención es buena, ellos lo saben y lo van a agradecer. Transmitir al animal un toque seguro y amoroso puede ser increíblemente sanador para el osteópata y para el paciente.   
  • Respeto. Estar atento a las señales. Si algo le molesta al animal, lo va a expresar.
  • Antes de arrancar con un tratamiento, dejar que el animal te vea y huela. Darle tiempo para que te conozca, acepte tu presencia y la invitación al tratamiento.
  • Empezar el trabajo con unos mimos puede ser una buena forma de contactar. Evitar cabeza y panza al comienzo.  
  • Los tiempos de la sesión suelen ser más acotados que con humanos. Una sesión de una hora puede ser mucho para ellos. Tratar de ser conciso con el trabajo.

Qué es la Osteopatía.

Cada semana tengo una respuesta distinta.

Y no es por confusión o por falta de conocimiento (que en otras áreas me podría pasar). Tiene que ver con que la osteopatía es una disciplina viva y cambiante.

Como una semilla.

Entendemos qué clase de árbol saldrá de ella una vez que pasa un tiempo, crece, y dejamos que las ramas armen su propia obra.

Sólo la entendemos al vivirla, tanto si somos pacientes como si somos el terapeuta.

De todas formas, vamos a usar algunas palabras a modo de acercamiento…

La osteopatía es una medicina, una ciencia, un arte y una filosofía.

Las herramientas de trabajo: las manos.

Nuestro foco está en lo particular y en la totalidad del paciente. Esto quiere decir que tanto en el estudio, como en nuestro consultorio, le prestamos atención al detalle. Sin perder la noción de que el ser humano es un todo y que por ello debe ser tratado como tal,  no como la sumatoria de sus partes.

Nuestra referencia principal es el movimiento. La ausencia de movimiento es un terreno fértil para el desarrollo de dolores, malestares y enfermedades. Cuando el movimiento es libre, en cambio, hay espacio. La sangre irriga y drena (junto con el sistema linfático). La inervación llega a los tejidos.

Cuando el movimiento es libre, hay salud.

Ejemplo: El nervio mediano, por la tensión de los tendones que pasan por la muñeca, se comprime. Esa tensión genera dolor en la mano por la falta de libertad de movimiento del nervio.

¿Qué es la Osteopatía? ¡Qué pregunta!

A modo de síntesis, para seguir ampliando la definición, comparto los principios de la osteopatía dictados por la OMS:

-El ser humano es una entidad funcional dinámica, cuyo estado de salud es influenciado por cuerpo, mente y espíritu.

-El cuerpo posee mecanismos autorreguladores y es naturalmente auto sanador.

-La estructura y la función están interrelacionadas en todos los niveles del cuerpo humano.

Fuente:

OMS (2010). Parámetros para la formación en osteopatía. Puntos de referencia para la formación en medicina tradicional/complementaria y alternativa. Suiza. 

Cómo llevarse bien con la tensión muscular.

¿De dónde viene la tensión muscular? ¿Por qué nos contracturamos tan fácilmente?

Hay más de una respuesta a esta pregunta. Depende del contexto y de la persona.

Sin embargo, podemos explorar algunos puntos generales que pueden ayudar a aclarar el panorama…

En el día a día se puede decir que actúan dos sistemas: el sistema nervioso simpático y el parasimpático.

El primero es el encargado de llevar a cabo nuestros mecanismos de defensa, lucha o huída. Entre otras cosas, dirige la sangre a los músculos y acelera el corazón.

El otro sistema, el parasimpático, es lo opuesto. Se activa en momentos de reposo o de descanso y cuando comemos. La típica fiaquita después de comer es el sistema parasimpático en acción. En este caso la sangre va hacia el sistema digestivo principalmente. Nos da sueño y buscamos el reposo.

Por eso nos dicen, por ejemplo, que no es conveniente meterse a la pileta después de comer. Nuestro cuerpo pone su atención en la digestión, no en los músculos para nadar. Les confieso que nunca le di bolilla, siempre me metí a la pileta después de comer. No digan nada.

Cuando una situación de estrés se presenta (de cualquier tipo) nuestro cuerpo reacciona. Eso puede ser muy útil si, por ejemplo, te persigue un loco con cuchillo.

El problema es cuando esa sensación de amenaza es constante en nuestra cabeza. Ésta no distingue la diferencia entre un pensamiento o sensaciones de peligro, de una situación “real”.

Esto significa que vamos a estar en un estado de alerta constante y ,por lo tanto, tensionados (y con otros posibles trastornos, por ejemplo, digestivos).

El reto ahora, es qué hacer con esta información…

Por lo pronto, saber todo esto, es útil.

Señala la importancia de aprovechar los momentos de descanso. Dormir apagando la cabeza sin desenchufarla de golpe por falta de batería o sobrecarga. Es importante que exista una transición entre un sistema y otro.

Mejor dar lugar a que otro sistema opere cada tanto. Que no domine siempre el sistema de defensa. Nos invita activamente a buscar momentos para nosotros. Comer con tranquilidad, por ejemplo. Sólo comer. Sin usar el celular, sin mirar la tv, sin pensar en millones de cosas que nos preocupan. Sólo comer, aunque sea por unos minutos, destinar energía a esa tarea.

Otro punto importante es entender que en esos momentos de tensión, nuestro cuerpo acude en nuestra ayuda. Nos prepara para enfrentar una amenaza. El tema no es censurar las reacciones del cuerpo si no hacer un cambio en la información le enviamos.

Además de mandar información de estrés y preocupaciones, dar información de descanso y tranquilidad, aunque sea por unos minutos, independientemente de la circunstancia.

Con esto podemos generar una diferencia y disparar futuros cambios.

En la Osteopatía podemos tratar las tensiones musculares desde esta perspectiva, entre otras. Tratamos de identificar, junto al paciente, el origen no siempre visible de su malestar. Puede estar vinculado tanto con la sobreestimulación de su sistema nervioso simpático como con otros motivos.

En una sesión de osteopatía puede presentarse este escenario y es parte de lo que tratamos en el consultorio.

Cómo llevarnos bien con la tensión muscular

Este imagen es de Unsplash

Ma, no quiero ser médica.

-Ma, no quiero ser médica. – comenté a mi mamá cuando tenía 6 años. Salíamos de la guardia del hospital y era mitad de la noche. Mi hermana en ese momento tenía 10 años y había ingresado por una emergencia. Escuchaba sus gritos de dolor desde el pasillo. Yo tenía miedo. Estaba invadida por la preocupación y la angustia. Me sentí muy sola.

Por suerte mi hermana no tenía nada grave y pudimos volver a casa un par de horas después.

Y por qué este recuerdo en relación a la pregunta de si quería ser médica o no.

A veces noto una contradicción en la forma de vincularnos día a día con el dolor (hay muchos tipos de dolores, no hablo de ninguno en particular). Pareciera ser que “normalizamos” al dolor, por ejemplo, tomando ibuprofeno. Como queriendo decir que está bien sentir dolor. Siempre hay una excusa para que aparezca: la edad, el trabajo, el ritmo de la ciudad, el calor, el frío. Otras veces pareciera que le tenemos pánico. No queremos sentir ninguna clase de dolor, por más mínimo o pasajero que sea. Mejor si no nos enteramos, mejor que pase desapercibido.

Y la realidad es que no sabemos cómo vivir con él, cómo interactuar. No digo que haya que ser un mártir o aguantar. Al contrario. Aguantar implica sostener, retener. Evoca quietud, algo sin movimiento. Y para nuestra salud no queremos eso.

Hay que lograr que el dolor se mantenga vivo. No porque queramos que viva para siempre.

Sería interesante preguntarnos si el dolor no estará allí por algo. De ser así, ¿podríamos escuchar lo que tiene para decir? ¿Seríamos capaces de pasar el momento de susto y temor y permanecer allí, sólo escuchando?

Mi perro parece tenerla bastante clara en este tema. Cuando él está cansado, descansa. Si le duele algo lo muestra y sabe buscar ayuda y amor. Siempre se muestra agradecido por los cuidados. Cuando se siente mejor lo expresa y lo aprovecha. Él no se identifica con su dolor. Solo vive con él armoniosamente y hace lo mejor dentro de sus posibilidades. Se cuida, conoce sus nuevos tiempos y circunstancias y no anda caminando por ahí sintiéndose una pobre víctima.

Bueno… pero ¿por qué no quería ser médica?

Hoy me doy cuenta que lo que quería decir con eso era:

– ma, no quiero sentir dolor y no quiero ver a los otros sufrir.

Con mi años de práctica ostepática aprendí que el dolor siempre aparece por algo y que no es malo.

La dolencia comunica.

Nos ayuda.

Cuando nos lastimamos, por ejemplo, nos advierte que necesitamos de cuidado. Cuando sufrimos una pérdida nos puede recordar el amor que tenemos dentro, etc.

Los mensajes serán personales de y para cada uno.

El desafío es escucharlo y no distorsionar el mensaje que nos manda. Dejarlo ahí sin teñirlo de miedos, enojos, prejuicios o ansiedades. Simplemente estar abiertos al aprendizaje, a una forma distinta de vincularnos con el dolor.

Ser medico. Osteopatía Lucía Lanziano.